Terry tiene unos 50 y largos pero, como toda mujer, no dice su edad. Es la dueña, junto a su marido Oliver, de uno de los DeLorean DMC-12 certificados por Universal Studios como oficiales de la saga “Volver al Futuro”.
No se trata de un auto de colección, que vive guardado en un garage blindado. Terry y Oliver lo utilizan casi a diario. Y se animan a hacerle modificaciones: “Por ejemplo, le hemos incorporado GPS para el uso diario, algo casi indispensable hoy en día”, comentó la pareja durante una entrevista exclusiva con Autoblog.com.ar.
El romance entre este matrimonio y el De Lorean comenzó hace una década: “Lo tenemos hace 10 años, lo compramos con 80 mil millas”, cuenta Terry, que también sorprende con un secreto: “El motor era el original, pero una falla en el radiador delantero lo hizo sobrecalentar. El daño fue grande y no valía la pena repararlo, con lo cual lo reemplazamos cuando tenía 250 mil millas. El nuevo motor ya tiene 100 mil millas.”
El matrimonio vive en una pequeña ciudad de Carolina del Sur, con dos cachorros beagle que ahora quedaron en casa, extrañándolos. Ellos estuvieron en Buenos Aires mientras se hicieron las filmaciones y notas de la nueva campaña de publicidad de Garbarino, para la que vino también el actor Christopher Lloyd, intérprete del auténtico Doc Emmet Brown.
“Es ya la tercera vez que estamos con Christopher. Es una persona muy cálida y divertida. Doc ama este auto”, cuenta Oliver. También aprovecha para contar que colaboran con la fundación de Michael J. Fox, que lucha contra el Mal de Parkinson. El De Lorean fue exhibido en diferentes locales de la cadena Garbarino y tenía una simpática alcancía para realizar donaciones.
“El auto lo usamos muy seguido, incluso para ir al cine”, agrega Terry muy divertida. “La gente aún se sorprende al vernos, aunque creo que muchos de nuestros vecinos creen que estamos mal de la cabeza. Deben decir ‘¡ahí van otra vez los dos viejos locos!’”, comenta mientras se ríe.
Cuando Autoblog les preguntó si alguna vez les ofrecieron dinero por el auto, Oliver cuenta la anécdota que más le gusta: “Una vez estábamos en Nueva York, para una muestra. Mientras paseábamos con el De Lorean por Manhattan estacionamos en una calle. Y, de la nada, apareció un señor que sacó un montón de billetes de su bolsillo al grito de ‘¡lo compro! ¡lo compro!’. Por supuesto que nos reímos mucho. El señor tuvo que guardar su dinero y seguir caminando “.
Recordando anécdotas, Oliver cuenta que el lugar más raro donde manejó el DeLorean fue en una pista de sal, en el medio del desierto: “Allí nos convocaron a nosotros y a varios autos extraños. Había autos de alta velocidad propulsados por cohetes, autos solares, etcétera. La idea era hacer una pasada a máxima velocidad. Mi mejor marca fue de 100 millas por hora”.
Pero no todas las contrataciones son así de extrañas. También que los suelen llamar para alquilar el auto para bodas y eventos especiales.
El próximo destino de Terry, Oliver y la TimeMachine es Miami, donde se volverán a juntar después del viaje por separado en avión.
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